*Artículo de http://www.redpermacultura.org/articulos/
Uno de los preceptos básicos de la permacultura es el de diseñar nuestras casas y terrenos, de manera que la mayor cantidad de alimentos de uso cotidiano estén al alcance de todas las personas (y seres vivos) que viven allí.
Desde siempre y en todas las culturas las hortalizas caseras y las pequeñas áreas cultivadas cerca de la vivienda, intensamente trabajadas, han funcionado como un respaldo importante en la alimentación de la gente. Por su cuidado intensivo y la diversidad de cultivos en un espacio reducido tienden a dar mejor resultado comparado con áreas extensas de monocultivos.
En la permacultura, se piensa en huertos y “paisajes comestibles” partiendo de nuestro hogar. También consideramos el tiempo que le podemos dedicar a éste y por supuesto nuestras preferencias y necesidades alimenticias.
Podemos observar nuestros movimientos, tanto dentro como alrededor de nuestra casa. Los caminos que más usamos serán probablemente los espacios más adecuados para sembrar unas hortaliza ya que lejos de la casa no las podremos cuidar tanto y serán mas atacadas por enfermedades, insectos y animales.
El sol: Las plantas necesitan como mínimo 4 y como máximo 6 horas de sol directo, sobre todo en zonas deserticas y tropicales. En caso necesario, siempre se puede recurrir a la poda de árboles que dan sombra, o bien podemos colocar espejos que reflejen más luz hacia las plantas. Por contra si tenemos demasiada exposición de sol, se pueden construir techos de sombra hechos de bambú, o bien sembrar aŕboles o arbustos de mediana altura.
El aire: Es necesario proteger nuestras plantas de los vientos fuertes. Para protegerlas, podemos sembrar cortinas rompevientos de arbustos y árboles alrededor del jardín, (Bardas, zanjas, muros...).
El agua: Es necesario que las plantas tengan acceso a un riego constante y abundante. En áreas de poca agua, se puede recurrir al riego por goteo, reciclaje de aguas grises, etc... En caso de que nuestro problema sea el exceso de agua, podemos hacer canales de drenaje y sembrar en camas levantadas.
Una vez que hemos determinado la ubicación de nuestra huerta, en la mayoría de los casos es importante construir una valla alrededor del terreno para que no entre el ganado, gatos, perros y otros visitantes no deseados. Se pueden fabricar vallas muy bonitas y económicas con materiales locales como ramas de los arboles, bambú, paja...
Si has encontrado útil este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
0 comentarios:
Publicar un comentario